Alternativas de  Aguadas para Ganadería

Alternativas de  Aguadas para Ganadería

Ing. Mario Basán Nickisch

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Estación Experimental Agropecuaria Reconquista

Ruta Nacional 11 Km 773, CP: 3560, Reconquista, Santa Fe, República Argentina

TE: +54 9 11 34382177

basannickisch.mario@inta.gob.ar

La ganadería bovina en el norte de Santa Fe, Argentina presenta cíclicamente condicionantes en calidad de agua para el abrevado animal, donde los productores experimentan mermas en el stock de cabezas y pérdidas económicas importantes.

Desde el año 2010 el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) investiga sobre mejoramiento de la calidad química del agua para consumo ganadero, articulando con diversas instituciones (Basán Nickisch et al, 2016).

Los estudios se realizaron en el norte santafesino, en los Departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Javier (Basán Nickisch, Sánchez, 2015).

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Figura 1.- Mapa de la región de los Bajos Submeridionales con los diferentes ambientes.

Bajo la consigna de Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) se implementaron demostradores en los diferentes ambientes: Domo Occidental, Zona de Transición, Depresión Central, Cuña Boscosa/Domo Oriental (Figura 1. y Tabla 1.-).

En los proyectos de agua para el diseño técnico hay que partir identificando el problema. Se necesita cuantificar la demanda y la oferta.

Cuantificar la demanda consiste en calcular la dotación diaria máxima de proyecto y la del período crítico en el año, si se maneja agua de lluvia. Y la oferta es elegir la o las fuentes de donde se va a extraer el agua en cantidad y calidad.

La estrategia consiste en utilizar el agua de lluvia más el agua superficial y/o subterránea, en base a los ambientes, donde se prioriza que los sistemas funcionen a la demanda en lo que hace a cantidad y calidad. 

El manejo de la calidad es prioritario para obtener una producción eficiente y sustentable (Bavera, 2011), especialmente en situaciones hídricas críticas de escases. 

El agua subterránea en gran parte del norte de Santa Fe tiene condicionamientos por excesos de sales, excepto en el este, donde se encuentra el acuífero Puelche, con agua deficiente en sales para la ganadería bovina y el cual permite extracciones importantes de agua sin alterar su calidad.

Las estrategias propuestas consisten en utilizar las fuentes disponibles en cada lugar, a escala predial, sin descuidar el manejo de cuenca, respetando las normativas vigentes.

Analizar alternativas utilizando tecnologías apropiadas capaces de ser instaladas, operadas y mantenidas por los propios usuarios.

Se considera estratégico capacitar a los productores, técnicos locales y decisores políticos acerca del manejo del agua según los ambientes y en función de la demanda.

Donde el agua subterránea presenta tenores salinos que condicionan la producción, necesariamente se debe recurrir a fuentes alternativas: aguas superficiales o de lluvia (Basán Nickisch, 2012).

Para utilizar correctamente el agua de lluvia se manejan alternativas de represas o reservorios con áreas de captación sistematizadas, ya sean camellones o caminos doble propósito.

Una propuesta que se considera superadora es plantear caminos doble propósito paralelos (Figura 2.).

Figura 2.- Área de captación sistematizada compuesta por caminos doble propósito paralelos.

El tamaño de la superficie de captación sistematizada será en función de la demanda de los animales más las pérdidas del reservorio (evaporación e infiltración de paredes y base), donde a la precipitación promedio anual se la deberá afectar por un coeficiente de escurrimiento, el cual estará calculado en función del tipo de suelo y de la pendiente general. A su vez, el valor obtenido se lo deberá afectar de un coeficiente en función del período de retorno (Tr) de la precipitación. Para estos casos el mismo debiera ser bajo, para garantizar el llenado del reservorio la mayor parte de los años. Se toma Tr = 1,25 años.

La vegetación debe ser controlada para minimizar el coeficiente de rugosidad, pero lo suficiente para no provocar carcavamientos puntuales. El mantenimiento de este sector debe estar planificado en función de los pronósticos a corto plazo de las precipitaciones, debiendo estar preparados con la vegetación bien controlada, para así lograr el mayor escurrimiento superficial posible.

Las represas deben diseñarse con la menor superficie posible expuesta al sol, para contrarrestar las pérdidas por evaporación, así como también las pérdidas por infiltración en los taludes y piso, teniendo en cuenta el máximo período sin precipitaciones durante el año, calculando la máxima carga animal prevista.

Una alternativa es utilizar a la represa como mecanismo de recarga del acuífero. Así se logran varias ventajas: el agua recargada no se evapora como en superficie. Se produce su filtrado natural. La temperatura del agua es más estable durante el año. Se contamina menos bacteriológicamente que estando expuesta en superficie. El agua de lluvia se mineraliza y el agua subterránea con exceso de sales se desconcentra.

Pero si hidrogeológicamente no es posible recargar el acuífero a través de la represa, o no se puede recuperar el agua que se infiltra, se recomienda impermeabilizar a la misma para almacenar y disponer del mayor volumen de agua de lluvia.

Los materiales probados por INTA que constituyen alternativas válidas para lograr la impermeabilización consisten en utilizar silobolsas aplicados a toda la superficie, piso y paredes, con técnicas sencillas de aplicación. Pero para subsanar el efecto negativo de los rayos ultravioletas del sol y el pisoteo de los animales, se recomienda tapar el silobolsa del piso con tierra, con un espesor como mínimo de 10 cm. Para los taludes se debe aplicar suelocemento para protegerlos, con un espesor entre 5 y 10 cm. A su vez, la represa debe tener un cercado perimetral para evitar el ingreso de animales.

El suelocemento se logra disgregando tierra y mezclándola con una proporción de 6 a 8 partes de tierra y 1 parte de cemento portland, con agua a discreción.

En el caso particular de la Depresión Central de los Bajos Submeridionales, con suelos salinos de baja permeabilidad, inundables y con marcado hidromorfismo, baja pendiente de escurrimiento, napa freática alta y salina, con vegetación típica de humedales y predominio de espartillares y leñosas adaptadas, se plantea la posibilidad de hacer reservorios de tierra con alto porcentaje de arcilla elevados y con la compactación necesaria de las maquinarias de construcción, en este caso tractores con palas hidráulicas de arrastre, que permiten la construcción de reservorios sobreelevados del terreno natural 1 a 1,5 metros de altura su base, con una capacidad efectiva de 800.000 litros, más el préstamo de construcción transformado en represa, para almacenar las tormentas locales. El agua de esa represa, pasadas unas horas de almacenada, se eleva con mecanismos de bombeo al reservorio, el cual queda con una presión hidrostática suficiente para distribuir el agua a bebederos dispuestos estratégicamente en el sector de pastaje de los animales.

El agua de lluvia por sí sola es considerada deficiente en sales para la ganadería bovina (Tabla 1.).

Tabla 1.- Concentraciones máximas tolerables para ganadería bovina.

A su vez, para lograr el acceso al agua subterránea, para complementar la calidad química del agua para los animales, se propone realizar perforaciones mediante maquinaria adaptada a esos ambientes, de movimiento rotativo, con inyección de lodo, donde se ocupa cañería de PVC, tanto para su encamisado como para la construcción de los filtros ranurados, acordes con el material del acuífero. Siempre se recomienda utilizar material de prefiltro que rodee la zona de filtrado, para lograr bombear agua sin sedimentos. Y es esencial realizar un correcto desarrollo del pozo, una vez terminado, determinando también el caudal de diseño, en función de evaluar cantidad de agua extraída, teniendo en cuenta la calidad del agua. Esto último se considera muy importante, ya que no es el caudal de diseño convencional, donde solo importa la cantidad máxima posible de ser bombeada, sino que también hay que tener en cuenta la cantidad de agua que permita el bombeo de agua con la calidad que se considera apta para el consumo la necesaria para efectuar mezclas con otras fuentes de agua. Ese caudal variará según la época del año y el año hidrológico, ya que nunca se debe sobreexplotar el acuífero, con consecuencias muchas veces irreversibles.

Se propone sistemas “patas de araña” con 2 o más perforaciones para contrarrestar la baja permeabilidad de los acuitardos. Esto vale para el Domo Occidental, Zona de Media Loma y Cuña Boscosa/Domo Oriental.

A las perforaciones se les incorpora drenes horizontales para recargar el acuífero libre con agua de lluvia, donde el agua subterránea tiene exceso de sales. De esa manera se mineraliza el agua de lluvia y se desconcentra el exceso de sales en el acuífero.

Para un adecuado diseño de un sistema “patas de araña” hay varias premisas a tener en cuenta: Las perforaciones deben estar separadas lo suficiente para no competir entre ellas. Que la disposición no sea simétrica, ya que la naturaleza no es simétrica. Que responda su ubicación a los mejores lugares de calidad de agua. Que a cada perforación se la afore en cantidad y calidad. Esto último permitirá saber la cantidad de perforaciones necesarias para dar respuesta al volumen de agua necesario para satisfacer la demanda planificada y dar respuesta al mecanismo de bombeo. Además, permitirá dimensionar las cañerías de succión necesarias de extracción de cada perforación.

Se plantean mecanismos de bombeo que funcionan con energías renovables, eólicos o solares, o convencionales.

Para los sistemas “patas de araña” lo recomendable es utilizar molinos o bombas a diafragma, ya que son robustos, eficientes y permiten el bombeo de agua no necesariamente libre de sedimentos, con mantenimientos simples.

Para bombeos con energías renovables se planifican almacenamientos o reservas de 5 días o más, para prever velocidades de viento mínimas o días nublados.

Esos tanques o reservorios son importantes también para efectuar las mezclas de agua de diferentes fuentes para lograr un agua mineralizada para llevar a cabo una producción eficiente y sustentable. La proporción en que se deben mezclar debe responder a los análisis fisicoquímicos periódicos que es conveniente se hagan, bajo protocolo (Basán Nickisch et al, 2012) acompañados de un conductímetro que debiera tener cada operador encargado del manejo de las aguadas.

Se considera estratégico en las aguadas planificar una adecuada distribución de agua para las diferentes parcelas. Para ello, se debe realizar un estudio analizando los diferentes apotreramientos, donde es recomendable que el animal camine lo menos posible para abastecerse de agua mientras consume el alimento sólido.

Las mejoras logradas en la calidad del agua permiten afirmar que los resultados son positivos, habiendo alcanzado el autoabastecimiento de agua y la sustentabilidad en el tiempo de los establecimientos utilizados como demostradores.

Ejemplo de esto es la Tabla 2.- con la identificación de establecimientos ganaderos que se utilizan como demostradores de buenas prácticas ganaderas (BPG).

Tabla 2.- Establecimientos bajo normativas de BPG.

Referencias Bibliográficas

Basán Nickisch, M. (2012) Manual de manejo de los recursos hídricos para áreas de secano – 2da. Edición. INTA, Argentina

Basán Nickisch, M.; Gallo Mendoza, L; Zamar, S; Rosas, D. (2012) Protocolo de muestreo, transporte y conservación de muestras de agua con fines múltiples. INTA, Argentina.

Basán Nickisch M. y Sánchez L. (2015) Alternativas de manejo de los recursos hídricos para ganadería en el norte de Santa Fe. Revista Voces y Ecos de INTA Reconquista, Argentina

Basán Nickisch, M.; Lahitte, A.; Tosolini, R.; Sánchez, L.; Sosa, D. (2016) Aguadas para Ganadería Bovina en los Bajos Submeridionales y áreas de influencia. INTA. Argentina.

Bavera Guillermo (2011) Aguas y Aguadas para el Ganado. 4ta. Edición, Argentina.